Y bendito sea el fruto de tu libertad, Sofía
Por: Karla Carreón Eran las horas oscuras y Sofía hacía tarea. El cansancio acumulado en sus párpados de niña le pesaban y las cosas tangibles se agolpaban en visiones. Los…
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por: Adriana Robles Cacho* Yo, Catalina, estaba destinada a casarme con un viejo mercader originario de Florencia de nombre Giorgio Barbieri. Mi tío, don Agustín Mondragón, había ofrecido una generosa…
Diario de María Lucía por: Violeta Romo Norquist* Hace días que Juan Diego salió, yo me quedé en casa con las niñas. Hace frío y todavía no sale el sol.…
por: Ixchel de Niz Desde el cielo una hermosa mañana, algo asustó a Zumárraga, un olor a suciedad inundó el templo, el fraile corrió hacia el altar, donde vió una…